El otro siente que su papá escogió a su otro hermano, y no a él. O sea, cree que su padre le ha sido desleal y, para rematar, siente celos de que además haya elegido a su otro hermano para vivir en la nueva casa.
En “Dra. Nancy”, mi show en redes sociales, hablamos sobre este tema con una abogada de familia y una psicóloga infantil. Aunque la abogada ama su trabajo y a los niños, en muchos casos no veo las cosas como ella.
Yo no creo en la justicia de EE.UU. Los jueces deben asesorarse con verdaderos terapeutas familiares y psicólogos infantiles. Según nos explicaba la abogada, el niño nunca era interrogado “para que no sufriera”. Pero, es que el niño no sufre si quien lo interroga es una persona preparada y que entiende la mente infantil. La excusa de que fue el juez el que decidió separarlo de su hermanito, me parece muy tonta. No jueguen con la cabeza de los niños, ellos son esponjas que todo lo captan y lo guardan en su cabecita.
Así no se maneja un divorcio, queridos jueces. Y digo queridos, porque parece que algunos de los que trabajan con niños por lo menos hacen un esfuerzo; aunque, repito, el esfuerzo está muy mal. ¿Por qué? Sencillo. Todo niño debe ser protegido de tomar decisiones tan desagradables como sufrir un doble duelo: perder al hermanito y tener una serie de lealtades que, aunque las siente, no sabe manejarlas, ni debe ser su responsabilidad.
Por algo este es el país con mayor índice de consumo de drogas, alcohol y posesión de armas, que son más que la gente que vive aquí. Recuerden que un país que no cuida a sus niños y a sus viejos, no merece la pena ser llamado país. Tenemos un problema muy grande de salud mental, ¿Quién hace algo?